Rehabilitación energética de viviendas y edificios en Madrid

Servicio integral de rehabilitación energética de edificios

La rehabilitación energética es el conjunto de acciones que podemos realizar en un edificio o vivienda para incrementar su eficiencia energética. Es decir, optimizar la energía que consumimos, de manera que usemos la mínima necesaria para nuestro bienestar. Una rehabilitación energética puede abarcar una o varias de las siguientes actuaciones

  • Aislar térmicamente los cerramientos que componen la envolvente térmica
  • Sustitucion de ventanas antiguas por ventanas de baja transmitancia térmica.
  • Aumento de la eficiencia energética de las instalaciones térmicas que suministran de calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria.
  • Instalación de energías renovables para autoconsumo.
 

A la hora de planificar una rehabilitación energética conviene comenzar con la mejora de la envolvente térmica, ya que de poco serviría disponer de instalaciones térmicas de útima tecnolgía o una instalación de captación de energía solar si la vivienda o el edificio son incapaces manter las condiciones de confort.

Aislar térmicamente una vivienda consiste en lograr que sus elementos en contacto con el exterior aumenten su resistencia al paso del calor en verano, y a su salida en invierno. Esto se consigue incorporando materiales aislantes en: muros exteriores, cubiertas, suelos, tabiques y huecos.

En la práctica, hay que tener en cuenta que en la realización de una obra en un edificio, la mayor parte de los costes se deben a la mano de obra, montaje de andamios, etc. Por esto, asumiendo que esos costes fijos se van a afrontar, una vez se haya decidido realizar un reforma de cualquier naturaleza, deberá considerarse, además, una mejora en aislamiento, aunque éste no haya sido el motivo principal de la rehabilitación.

Fachada con aislante térmico

El aislamiento es el único material de la obra que se amortiza por el ahorro económico que proporciona. NO se ve… PERO se nota.

En Paller le ofrezcemos una solución integral para llevar a cabo la rehabilitación energética de su edificio o vivienda. Nuestros técnicos le asesorarán sobre su viabilidad, eficacia, y alternativas posibles. Elaboramos una estimación de los ahorros obtenidos y, con el visto bueno de la propiedad,  elaboraremos un presupuesto con anteproyecto de la solución acordada.

Todas nuestras soluciones incluyen la intervención de especialistas para cada acción que así lo requiera.

Una rehabilitación térmica media, considerando el coste total de la obra y del aislamiento, se puede amortizar en 5-7 años. Teniendo en cuenta la larga vida media del aislamiento, se podrá ahorrar en ese periodo de 8 a 9 veces más de lo que costó toda la rehabilitación.

Es muy posible que exista un programa de ayudas económicas en su Comunidad o Ciudad Autónoma para proyectos de rehabilitación energética. Estos programas se convocan anualmente, con periodos de vigencia muy cortos y mucha demanda, por ello es importante estar puntualmente informados. En PALLER os informaremos de todas las ayudas vigentes para acometer la rehabilitación energética del edificio o vivienda en cuestión, propondremos soluciones ajustadas a los requisitos de los programas, y maximizaremos la cuantía subvencionable.

Para más información respecto a los programas de ayuas para la rehabilitación energética os recomendamos visitar la página del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), que es la entidad que coordina estas ayudas a nivel estatal. También tenemos toda la información sobre:

La rehabilitación mediante el aislamiento térmico se considera la fórmula de ahorro de energía de menor coste y máximo beneficio para el usuario/propietario del edificio, y tiene, además, una gran repercusión en la sociedad en términos económicos y medioambientales.

La inversión para la instalación de aislamiento térmico se recupera, en función de las características particulares del edificio a aislar, en un plazo de 5 a 7 años. Y, teniendo en cuenta que aislantes como el poliuretano tienen una vida media de 50 años, la inversion inicial puede recuperarse hasta diez veces.

Por lo tanto, tanto desde el punto de vista ecológico como económico, sí merece la pena instalar aislamiento térmico.

  • Reducir la factura energética del usuario/propietario y del país: al incorporar aislamiento térmico en el edificio se reducen las pérdidas de calor o frío (invierno/verano) dentro de la vivienda; por tanto, la energía necesaria para calentar o enfriar las habitaciones será menor, haciendo que ahorremos dinero en nuestra factura energética y, a nivel global, que se reduzca el consumo del país.

 

  • Mejorar el confort y el bienestar para el usuario: el confort expresa una sensación respecto al ambiente. Una vivienda aislada térmicamente contribuye al bienestar del usuario ayudando a mantener una temperatura de confort dentro de la vivienda, tanto en invierno como en verano.

 

  • Disminuir las emisiones de gases con efecto invernadero (principalmente CO2): las calderas de gas, derivados de petróleo o carbón emiten gases en su combustión (CO2 y otros). También la producción de energía eléctrica lleva asociada emisiones de CO2. Una casa bien aislada térmicamente contribuye a reducir el consumo de energía y, por tanto, la emisión de gases con efecto invernadero.

 

  • Eliminar las condensaciones y mejorar el aislamiento acústico: por un lado se eliminan las humedades interiores que suelen conllevar la aparición de moho y, además, se reduce el ruido procedente del exterior o de los propios vecinos.

 

  • Añadir valor al edificio: las ventajas descritas pueden utilizarse como argumentos positivos en caso de alquiler o venta
  • Viviendas unifamiliares aisladas
  • Viviendas unifamieliares adosadas
  • Viviendas en bloque
  • Edificios del sector terciario

 

En principio, cualquier edificio puede rehabilitarse térmicamente, aunque hay que estudiar cada caso específico para evaluar las posibilidades de rehabilitación que ofrece y su coste.

  • Aislamiento de Fachadas (muros y ventanas): Instalando un material aislante térmico en los muros, ya sea por el exterior, interior o inyectando dentro del muro, y/o sustituyendo los vidrios y ventanas por otras más eficientes y de mayor calidad (existen múltiples posibilidades).

 

  • Aislamiento de Cubiertas: Instalando un material aislante térmico en la cubierta. Ejemplos: entre tabiquillos, vigas de madera, rastreles, con teja adherida sobre el aislante, en cubiertas ajardinadas, con pavimento flotante, etc.

 

  • Aislamiento de Suelos y Techos: Instalando un material aislante térmico en los techos en contacto con espacios habitables, suelos en contacto con espacios no habitables, apoyados sobre el terreno o en contacto con el aire exterior.

 

  • Aislamiento de tabiques interiores y de separación entre viviendas y paredes y/o separaciones con zonas comunes del edificio: Instalando un material aislante térmico en los tabiques interiores o los de separación entre vecinos o en las paredes de separación con las zonas comunes como son las cajas de escalera, de ascensores, descansillos, etc…

 

  • Aislamiento de las instalaciones (tuberías): Instalando un material aislante térmico en las tuberías de conducción del
    agua caliente o fría, de las calderas, de los acumuladores de calor, etc… de los edificios, para evitar pérdidas de calor en el transporte del agua caliente y evitar posibles condensaciones en las conducciones de agua fría.