Cómo ahorrar en calefacción

Ahorrar en calefacción

Nuestros hábitos y costumbres en el día a día representan un factor decisivo en la cantidad de combustible que gastamos. Son pequeños actos que sin aportar nada al confort, aumentan las facturas del gas, gasóleo, agua y electricidad. Exponemos a continuación una serie de recomendaciones que nos ayudarán a ahorrar, sin perder confort, en la utilización de la calefacción y el ACS.

Temperatura de consigna

Las temperaturas de consigna más habituales en una instalación individual son:

  • Temperatura de caldera o de calefacción: temperatura a la que queremos que trabaje la calefacción.
  • Temperatura del agua caliente sanitaria: temperatura a la que queremos el agua en los grifos de ACS.
  • Temperatura de ambiente: temperatura que deseamos en el interior de la vivienda.

 

Son valores regulables y que pueden ser ajustados tanto por el usuario como por los técnicos, los instaladores o los mantenedores de las instalaciones.

El mecanismo de regulación puede ser desde un mando giratorio en sistemas analógicos, hasta pulsadores que ajustan la temperatura deseada en una pantalla digital.

Temperatura de caldera o de calefacción

Como ya hemos visto, es la temperatura a la que queremos que trabaje la caldera cuando da el servicio de calefacción.

En instalaciones con radiadores, la tem-peratura adecuada de ajuste sería 70 °C pues aporta:

  • Menor consumo al reducir las pérdidas de energía.
  • Más confort debido a que los radiadores trabajan a una temperatura más tenue.
  • Menos suciedad en la pared de los radiadores producida al trabajar a altas temperas

El mantenedor de la instalación nos in-dicará si es necesario seleccionar una temperatura de consigna diferente de los 70 °C.

En instalaciones con suelo radiante la temperatura máxima de ajuste debe estar en torno a los 50 °C.

En instalaciones nuevas es aconsejable que la caldera tenga capacidad de trabajar con una sonda exterior pues:

  • La temperatura de caldera variará continuamente ajustándose automáticamente en función de la temperatura exterior (si la temperatura exterior sube, la temperatura de caldera baja).
  • El consumo se reduce al disminuir las pérdidas de calor.

Temperatura de agua caliente sanitaria

Hay que distinguir si el sistema de producción de agua caliente sanitaria es
mixto-instantáneo o por acumulación.

Cuando la producción de ACS es mixta-instantánea, la temperatura de consigna debe estar entre 30 y 35 °C porque:

  • La caldera usará menos potencia para calentar el agua, lo que reduce el gasto de energía.
  • Alarga la vida de la caldera reduciendo calcificaciones de componentes.
  • Cuando la temperatura de consigna de ACS es 2 ó 3 grados superior a la deseada, no tenemos que mezclar con agua fría, proporcionando más confort al influir menos las aperturas momentáneas de otros grifos (tanto de agua fría o caliente).

 

Con acumulación, la temperatura de acumulación debe ser elevada para conseguir suficiente producción de agua caliente:

  • La temperatura recomendada está entre 55 y 60 °C, aunque luego se consuma a 40 °C. Es recomendable el uso de grifería termostática.
  • En el caso de haber recirculación de ACS ésta deberá estar controlada.

Temperatura de ambiente

Se ajusta en el termostato de ambiente y su valor debería estar entre 20 y 21 °C durante el tiempo en que estemos en casa haciendo las actividades diarias. Es la llamada temperatura ambiente de confort.

Cada grado de más que pidamos en ambiente supone aproximadamente un 7% más de combustible.
Ajustar valores de temperatura ambiente por encima de 23 °C puede reducir la humedad relativa y generar falta de confort por exceso de calor.

Para dormir, la temperatura adecuada es inferior a la ambiente diurna y estará entre 17 y 18 °C. Es la llamada temperatura ambiente reducida o económica.
Además de reducir el consumo permite un sueño de mayor calidad que ayuda a un mejor descanso.

Programación horaria

De lo indicado en el apartado de ajuste de la temperatura ambiente se desprende que la relación ideal confort/consumo se consigue con una temperatura ambiente menor fuera del horario de calefacción en lugar de apagar completamente la caldera.

Podemos ajustar estas temperaturas para diferentes horarios instalando termostatos de ambiente programables, llamados también cronotermostatos, que nos permitirán ajustar los horarios de trabajo de la calefacción a nuestros ritmos de vida.

El termostato de ambiente programable, a la vez que nos da un elevado grado de confort, nos ofrece una reducción significativa del consumo. Si no se va a utilizar la calefacción durante un largo periodo de tiempo (por ejemplo, en segunda residencia) debemos desconectar la calefacción teniendo en cuenta:

  • EL uso de equipos de encendido remoto por wifi es muy conveniente porque nos permitirá encender la calefacción unas horas antes de llegar a la vivienda y no tener encendida la calefacción más tiempo del necesario.
  • Desconectar la calefacción no tiene porque implicar apagar la caldera. Puede ser interesante dejar la caldera conectada a la red eléctrica y así mantener activas las protecciones internas de la caldera contra heladas y bloqueos de bombas de calefacción.
  • Todas las programaciones horarias son válidas cuando la instalación dispone de sonda exterior para controlar la temperatura de generación de agua caliente.

Actuación sobre los emisores de calor

El termostato de ambiente como elemento que controla la temperatura en la vivienda está colocado en un local representativo de todas las habitaciones, normalmente en el salón. Además debe estar emplazado en un sitio adecuado que sea representativo de la temperatura del local.

Debido a que los distintos locales dentro de la casa tienen sus propias características térmicas (utilización, orientación, ventanas, nº de paredes al exterior, etc.) es conveniente ajustar sus emisores de calor para que emitan sólo la energía necesaria. Este ajuste se realiza manualmente con las llaves de los emisores.

Las llaves termostáticas regulan auto-máticamente la emisión de calor del emisor en función de la temperatura ambiente. Deben instalarse en todos los radiadores de la casa excepto en la cocina, en el cuarto de baño, en los pasillos y en el local en donde instalamos el termostato de ambiente.

Hay que evitar que cuando está funcionando la calefacción las cortinas u otro mobiliario tapen los radiadores ya que se genera una concentración de calor en las llaves termostáticas que leen una temperatura ambiente errónea y cierran el radiador antes de alcanzar la temperatura ambiente deseada.

Renovaciones de aire

Todas las entradas de aire a nuestra vivienda, tanto las provocadas como las no deseables, obligan al sistema de calefacción a aportar una cantidad de energía que contrarreste el frío que provoca el aire que viene del exterior.

Entradas de aire no deseables

Se producen a través de las rendijas de las puertas y ventanas exteriores y su eliminación pasa por mejorar los aislamientos o la calidad de las puertas y de las ventanas, asegurando un cierre adecuado.
Siempre se dice, y con razón, que la calefacción empieza por mejorar el aislamiento de nuestra casa.

Entradas de aire controladas o provocadas

Se producen a través de las rejillas de ventilación permanente, de cocinas y cuartos de baño y a través de la aireación diaria de las habitaciones a través de las ventanas.

Las rejillas de ventilación permanente son orificios que no se deben tapar, pues son elementos de seguridad ante posibles fugas de gas o ante una chimenea que emita gases tóxicos en un local habitable.

La mejor medida de ahorro y confort en este caso consiste en mantener cerradas las puertas de cocinas y cuartos de baño; es decir, donde haya rejillas de ventilación, para evitar que el aire caliente que tenemos en el resto de la casa salga por estas ventilaciones. Las pérdidas de calor por este concepto pueden superar el 30% del gasto en combustible.

La ventilación de los locales es otro de los factores importantes en la pérdida de calor y, por lo tanto, del aumento del gasto en combustible. Una ventilación correcta debe servir para sustituir el aire viciado del interior de la habitación por aire nuevo limpio del exterior.

Para conseguirlo eficazmente es suficiente con abrir la ventana y generar corriente de aire con otra habitación. En 10 minutos se habrá renovado todo el aire del local, enfriando el aire interior pero no las paredes ni el mobiliario. Al terminar la ventilación, la calefacción trabajará sólo para recuperar el calor del aire y la temperatura ambiente se recupera rápidamente con un gasto de energía reducido.

Uso del agua caliente sanitaria

La utilización doméstica del ACS se centra básicamente en los servicios de higiene personal (baño, ducha y aseo) y limpieza de vajilla, cubertería, etc. . Unos buenos hábitos en el uso del ACS repercutirán en el ahorro de energía y de agua.

Una costumbre muy extendida es la de abrir los grifos monomando en su posición media para cualquier uso, en ocasiones sólo durante unos segundos. Este acto sólo sirve para derrochar energía sin aportarnos nada.

Las reglas básicas en el uso del ACS son:

  • No dejar el grifo abierto en los momentos en los que no estamos usando el agua.
  • No accionar el grifo en posiciones de agua caliente si no vamos a sacar un provecho de ello.

Conclusión

Ahorrar energía y dinero en calefacción y agua caliente sanitaria se puede conseguir facilmente siguiendo las medidas expuestas en este post. Sin embargo, hay factores que también afectan a los consumos y que dependen tanto del diseño de los sistemas como de la calidad e idoneidad de los equipos utilizados.

Si a pesar de seguir todos nuestros consejos, tu consumo de calefacción y agua caliente sigue siendo demasiado elevado, quizás es el momento de revisar la instalación, actualizar equipos, o mejorar el aislamiento de la envolvente térmica.

En cualquier caso, si quieres que te ayudemos a mejorar la calefacción de tu vivienda y reducir la factura energética, contacta con nostros aquí.

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